Organizado desde 2010 por el Centro de Excelencia de Ciberdefensa Cooperativa (CCDCOE) de la OTAN, Locked Shields es un ejercicio de ciberguerra gamificado que pone a prueba los conocimientos y las capacidades de defensa cibernética de sus participantes, desde universidades y academias militares hasta empresas de ciberseguridad.
En Locked Shields existen varios equipos, aunque los protagonistas son el equipo rojo y el equipo azul, cada uno representado por un país insular ficticio ubicado en el Atlántico Norte: mientras que el equipo rojo tiene el objetivo de ciberatacar e inutilizar las infraestructuras críticas del equipo azul, el equipo azul debe ser ciberresiliente y ser capaces de mantener operativos sus servicios.
En esta decimoquinta edición, una docena de estudiantes de la Universidad de Zaragoza integrados en el equipo azul han protegido durante dos días varios segmentos de las infraestructuras críticas de Berylia, en guerra con el país fronterizo de Crimsonia.
Lo han hecho en colaboración con alumnos y profesores de la Escuela de Ingeniería Informática y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid, siendo el único equipo español en la competición y que reúne a 15 equipos internacionales.
Aunque algunos de los estudiantes si que habían hecho pentesting anteriormente, ninguno había estado en la situación de necesitar defender sus equipos de ciberataques.
Esto les ha obligado a investigar nuevas herramientas de escaneo y monitoreo y trabajar con otros sistemas operativos y entornos como SCADA, además de aprender a proteger sus sistemas por defecto actualizando los programas, borrando los binarios sospechosos en el arranque del sistema y configurando los permisos de ficheros vulnerables.
Tras acabar el ejercicio, la sensación ha sido muy buena. Juan, estudiante de último año de Ingeniería Informática nos cuenta que como apasionado de la ciberseguridad quería vivir la experiencia de defender un país desde el blue team: «Ha habido muy buen rollo entre los compañeros y se ha aprendido. El sistema de ticketing de soporte es bastante aleatorio, he tenido momentos muy divertidos. Yo volvería a participar sin ninguna duda».
Ming Tao, también estudiante del mismo grado, considera que es un acercamiento a la seguridad informática muy interesante: «Es un buen momento para demostrar lo que vales»
La misma experiencia positiva parecen haber tenido los estudiantes de Telecomunicaciones, muy interesados en la especialización en telemática. Así nos lo cuenta Iván, ya en su tercer año de carrera: «Nunca había participado en ningún evento así.
La experiencia es muy positiva porque estás con gente nueva aprendiendo cosas nuevas y te pasan cosas de las que aprendes mucho, como no poder entrar a tu máquina remota por exagerar al bastionarla o tener que intentar recuperar un sistema robado por un ciberatacante. Sin duda, la ciberseguridad es algo donde hay que ir paso a paso y seguiré participando en otros eventos así».
Adam, también en su tercer año de carrera se va agradecido por la experiencia: «Me interesa mucho la ciberseguridad y estaba viendo si especializarme en esto. La infraestructura y modalidades están muy bien organizadas y como los servicios son muy variados, los que te esperas en un país, puedes probar todo tipo de situaciones.
Abdul, de segundo año, también ha pensado en su futuro al apuntarse a Locked Shields: «Estoy bastante indeciso entre si elegir la parte de electrónica o la parte de software. En mi caso, si practico pentesting, pero jamás me había dedicado a la respuesta de incidentes o al bastionado. Ha sido genial, aunque debo admitir que no es nada fácil; se necesita un equipo bastante numeroso y diverso para poder hacer frente a todo lo que se exige proteger porque hay muchísimo para abarcar.»
Para los organizadores locales, lo más importante es que los que participantes se puedan llevar una experiencia bonita e interesante, ya que actualmente la Universidad de Zaragoza no tiene la capacidad e infraestructura para competir por su cuenta en el ejercicio de ciberguerra simulada. Por ello, también agradecen el apoyo y las facilidades que desde la Universidad de Valladolid han facilitado para poder participar en el juego así como a la Cátedra Inetum de Ciberseguridad y Cloud de la Universidad que ha apoyado de forma económica e institucional a las jornadas. Síguenos.
